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Viajamos a
Madrid por el VE. Un tren de Alta Velocidad.
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¡Dos
excursiones en una semana! El martes, fuimos a Almagro para el Festival de
Teatro Clásico allí, íbamos a ver La
verdad sospechosa, una obra cómica del siglo XVII. Nosotros llegamos a
Almagro y preparábamos para ver la obra en un teatro del aire libre, el
Hospital de San Juan, pero cuando nos acudimos al teatro, empezó a llover a
cántaros. Esperábamos una hora para ver si la lluvia acabaría, pero después de
un rato, los empleados del teatro nos dijeron que tuvieron que suspender la
obra. Nosotros estábamos muy tristes pero también tuvimos ganas de hacer algo
divertido. Pues, hicimos una pequeña fiesta improvista donde bailábamos. Fue un
cambio de planes muy inesperado, pero también muy guay. Aprendimos unos bailes
graciosos como “El tiburón”: Aunque no tuvimos la oportunidad para ver la obra
de teatro fue una noche muy entretenida.
El próximo día, no tuvimos
clases porque todos estaban despiertos hasta muy tarde la noche antes. En
cambio, tuvimos tiempo para practicar nuestras obras de teatro y coro. Todavía
estamos preparando para el espectáculo de despedida y los dos grupos están
progresando rápidamente y bien.
El viernes, despertamos muy
temprano para ir a la estación de AVE (un tren de alta velocidad). Yo estaba
muy emocionada para viajar por el AVE, ¡Mi hermano menor en los Estados Unidos
va a estar muy envidioso! El tren era muy guay y su interior era muy parecido
al interior de un avión. También, como el nombre sugiere, viaja a una velocidad
muy, muy alta. Solamente fue un viaje de unos 70 minutos, y llegamos a Madrid
sobre las diez de la mañana.
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Aquí estoy
con una réplica de una escultura por Man Ray
en la Reina Sofía, un museo de
arte contemporáneo.
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Nuestra primera visita fue al
Museo del Prado, un museo de arte clásico. Aunque solamente tuvimos una hora y
media (lo cual es muy poco tiempo) vimos muchas obras famosas de arte española,
incluyendo Las meninas De Velázquez, y
El 3 de Mayo y las Pinturas
negras de Goya. Además, vimos obras por artistas como El Greco, Reubens,
Sorolla y otros. El museo era muy hermoso, ¡Ojalá que pudiéramos tener más
tiempo allí!
Tuvimos tiempo para ir de
compras y comer almuerzo en el Paseo del Prado, cerca del Museo del Prado.
Había un Starbucks allí, y muchas chicas (y unos chicos) estaban muy contentos
para una oportunidad para disfrutar del “sabor de los Estados Unidos”. Luego,
fuimos por el metro al Palacio Real, un palacio grandísimo donde el rey vivió
en el pasado. Tuvimos una visita guiada del Palacio, que estaba decorada
opulentamente con un estilo diferente en cada de las muchas salas. A mí me gustaba la sala en el estilo de chinoiserie, con seda elegante cubriendo
cada pared y vasos preciosos de China. Yo querría vivir allí.
Después del Palacio, fuimos a la
Reina Sofía, un museo de arte moderno y contemporáneo, donde vimos Guernica, una obra muy conmovedora por
Pablo Picasso. También, vimos obras de los estilos del cubismo, surrealismo y
modernismo. ¡Qué guay! Luego, regresamos a Ciudad Real por el Ave, y nos
reunimos con las familias a la estación. Sobre todo, fue una semana muy
divertida y llena de excursiones.
Por Caroline DeBrota
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